Lucía Emmanuel
@luzagranel
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1
bat, один
Si miras de cerca puedes ver dos círculos escarchados, dos iris neblinosos de anciana escuálida, casi ciega. Adentro la línea de las montañas que intuye o imagina, sin saber si están heladas o lluviosas. Tanta y tan fría, tan blanca, que cerca de las tinieblas todo parece tener un halo nevado.
Toca tres veces y entra en su habitación, donde ruge una pequeña nevera y huele como todas las habitaciones, como todos los ancianos. Acércate al sillón frente al ventanal donde ella fija la vista sobre el atardecer en las montañas del Botxo y, antes de tocarle el brazo, mira sus ojos perdidos, míralos bien de cerca.
Podrías llamarla suave por su segundo nombre y no tocar su brazo, no, tomar su mano helada y conducirla hasta la ducha. Desnudarla despacio. Abrir el grifo y frotar su piel, que tirita cuando escucha caer el agua. Tirita siempre: de memoria.
Seca con amor su piel blanca verdosa, viste sus huesos de nieve amarilla, métela en la cama, arrópala y apaga la luz. A oscuras junto a ella, vela su sueño esta noche, como si se tratase de tu propia amama y fuera la última oportunidad de escuchar sus secretos.
2
bi, два
Amama habla dormida. Anciana, mujer y niña amama. Matrioshka que se abre, una detrás de otra, hasta llegar a la primera muñeca rusa, muñeca de seis años o siete, pelo oscuro y un cartel hexagonal hacia el barco. La lluvia es un mal contagioso entre los niños que se alejan del puerto.
Amama habla y calla. Sus palabras de nieve caen en la oscuridad de la habitación o en la luz del sueño. Lugares y olores, el blanco y el verde, la nieve y la lluvia mezcladas. No sabes nada de ella, pero ella sabe de carretilla y caserío, rozaduras en los talones, carámbanos de orina, vainas con tierra, sirimiri e incendio, silbidos nocturnos, hermanos de nieve, escuela y caviar, puerto de Santurce, viento siberiano y Samarcanda. En su voz tiemblan mugidos como cuerdas de arpa rota. Vaca con las tripas fuera en la voz de amama niña.
3
hiru, три
El euskera se llena de nieve. Se enfría hasta desaparecer. De hielo la lengua de la mamushka. Muñeca de madera de tilo, de roble. La madera es madera, la montaña es montaña es montaña es montaña, la niña es niña, anciana, muñeca partida y hueca, manos de pájaro helado, pies de lamia sobre la tierra musgosa. El mismo puerto veinte años después, mujer que abraza a su madre y no siente. La nieve cae sobre las nanas. Ellas también se hielan.
4
lau, четыре
Anciana, niña, mujer. Madera, nieve, montaña. Nana perdida, hielo caliente como la nana, sobre qué escarcha duerme, sobre qué sueño, sobre qué rumbo, sobre qué bramido de animal, sobre qué acento crece la muñeca, crece la madera como la montaña crece, más lenta, más rápida, más blanca, más tiniebla, más y más y más mas maas masmaanma msanamamansams amasnsaka namnahnas asmana mashamashn mamansma amama.